Una artista que más que proponer, impone. Trabaja sobre papel y cartón, trasladando páginas de revistas e iconografía publicitaria, dibujadas en lápiz intervenido con yeso, representando figuras de la moda que al mismo tiempo son negadas. Las esboza perfectamente pero con los rostros «chorreados»: «Lo que se tiene que lucir, lo que se destaca como objeto, es la prenda y no quien lo porta», señala la directora Estela Gismero.